La ITV
Es la Inspección Técnica Obligatoria que evalúa las condiciones generales de un vehículo, incluyendo aspectos como el estado de los frenos, los neumáticos, los sistemas de iluminación, la dirección, las emisiones, entre otros. Su finalidad es asegurar que los vehículos en circulación cumplen con los estándares de seguridad establecidos y respetan las normativas medioambientales.
Periodicidad
La frecuencia de la ITV varía según el tipo y la antigüedad del vehículo.
En general, los turismos y motocicletas no tienen que pasarla hasta el cuarto año. De los 4 a los 10 años la revisión es bianual. Los vehículos que tienen más de 10 años deben pasar la ITV anualmente.
Los vehículos mixtos, que corresponden a los vehículos de transporte de mercancías o cosas con un peso menor o igual a 3.500 kg, deben pasar la primera ITV a los dos años, y será bianual hasta el sexto año.
Las furgonetas dedicadas al transporte de mercancías o cosas de peso menor o igual a 3.500 kg con más de 10 años deben pasar la ITV cada 6 meses.
Aspectos clave que debes tener en cuenta
1. Documentación
Asegúrate que llevas contigo la documentación necesaria. Por lo general, se requiere el permiso de circulación, la tarjeta de inspección técnica, el comprobante del seguro obligatorio y el DNI del propietario. Verifica que todos los documentos estén actualizados y en regla.
2. Orden y limpieza
Revisa que el vehículo esté limpio tanto por dentro como por fuera, especialmente cristales y espejos. Elimina cualquier objeto suelto o innecesario del habitáculo, y comprueba que los asientos y el maletero están despejados.
3. Estado exterior e interior del vehículo
La carrocería no debe tener defectos que puedan afectar a la integridad del vehículo o que puedan dañar a las personas, ni presentar zonas con corrosión u óxido. Las puertas deben funcionar sin problemas. Los parachoques y los cristales deben estar bien sujetos y sin fisuras. Los cinturones y asientos deben poder anclarse correctamente.
4. Emisiones y ruidos
Las emisiones contaminantes son un aspecto crítico. El vehículo tiene que cumplir con unos límites marcados según la fecha de fabricación y el tipo de combustible que usa. El cambio regular de aceite y filtros puede mejorar el rendimiento y reducir las emisiones.
5. Diagnóstico de a bordo (OBD)
Permite la lectura de diferentes parámetros del motor y sus sistemas anticontaminación para complementar la prueba de emisiones, y acceder a la memoria de fallos. Esta prueba se realiza a los vehículos con motor Euro 5 y Euro 6, es decir, turismos y vehículos ligeros matriculados a partir de 2011, y también a los vehículos pesados matriculados a partir del 2015.
6. Frenos
Se comprueba que están en condiciones óptimas para detener el coche en el menor número de metros posible. Los discos, las pastillas y el líquido de frenos deben estar en buen estado.
7. Neumáticos
Comprueba la presión de los neumáticos y que la profundidad del dibujo cumple con los requisitos legales. Si los neumáticos están desgastados o dañados, es recomendable reemplazarlos antes de la inspección.
8. Luces y señalización
Asegúrate de que todas las luces del vehículo están bien colocadas y funcionan correctamente, incluyendo los faros delanteros y traseros, los intermitentes, las luces de freno y las luces de matrícula. Es importante que estén homologadas. Verifica también el funcionamiento de los limpiaparabrisas delanteros y traseros.
9. Revisión previa en taller
Para garantizar el éxito es recomendable realizar una revisión exhaustiva de tu vehículo en un taller especializado antes de acudir a la ITV. Allí podrán detectar posibles deficiencias y resolverlas para evitar sorpresas en aspectos tan importantes como el Motor, la Dirección y la Suspensión.
Acude con tiempo
Es aconsejable llegar con suficiente antelación a la estación de ITV para evitar prisas y un estrés innecesario. También considera que, en ocasiones, puede haber una alta demanda, por lo que es preferible programar la cita con anticipación.
Cuando en la inspección se detectan defectos
Si son leves puedes seguir circulando, pero debes arreglarlos cuanto antes para que no se conviertan en graves. Un único defecto grave es suficiente para que el resultado de la ITV sea desfavorable y tienes 2 meses para repararlo y pasar de nuevo la inspección. Si son muy graves, el vehículo no puede salir circulando sino en grúa. Si acudes a la estación de ITV antes de 15 días, no tendrás que volver a pagar por la inspección. Durante ese tiempo, el vehículo solo podrá desplazarse para ir al taller.
Una buena preparación y un mantenimiento regular de tu vehículo te permitirán pasar la inspección sin dificultades y son fundamentales para garantizar tu seguridad y la de los demás en la carretera.
En AMAC comprobamos el estado de tu vehículo en la Revisión Pre-ITV, podemos realizar el ajuste de niveles o cualquier reparación que requiera, y también ponemos a tu disposición el Servicio de gestión de ITV, donde nos ocupamos de pedir cita y llevar tu vehículo a pasar la inspección por ti.
Si tienes cualquier consulta, el equipo técnico de AMAC estará encantado de ayudarte.
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