Los amortiguadores

Los amortiguadores son uno de los componentes críticos de un vehículo, aunque a menudo pasan desapercibidos hasta que comienzan a fallar. Ubicados en las ruedas delanteras y traseras, son el principal componente de la suspensión del vehículo y desempeñan un papel fundamental en la seguridad y la comodidad al absorber las irregularidades de la carretera.

Funciones de los amortiguadores

Control del movimiento: Reducen el rebote y el balanceo excesivos, así como la inclinación al frenar y al acelerar el vehículo.

Estabilidad: Ayudan a mantener las llantas en contacto con la carretera, mejorando su adherencia.

Protección: Evitan que se dañen por impacto otras partes importantes del vehículo.

Comodidad: Minimizan la transmisión de vibraciones y sacudidas de la carretera al chasis del vehículo.

Consejos de mantenimiento

Los amortiguadores se ven afectados por el uso continuo, el mal estado de la carretera, el transporte de grandes cargas, las altas temperaturas y la salinidad, entre otros factores. Por ello, te recomendamos que realices:

Inspecciones regulares: Verifica visualmente tus amortiguadores para detectar daños físicos, fugas o corrosión. Cualquier signo de desgaste debe ser atendido de inmediato.

Reemplazo periódico: Sigue las recomendaciones del fabricante para su reemplazo. Generalmente será cada 50.000 a 100.000 km, pero puede variar según el uso.

Sustitución por ejes y no por piezas: En caso de fallo de un amortiguador, es importante cambiar las dos piezas del eje afectado (delantero o trasero).

Reparación de otros componentes: Asegúrate de que otros componentes del sistema de suspensión, como los resortes y los soportes, estén en buen estado. Los amortiguadores trabajan en conjunto con estos elementos y el mal funcionamiento de unos afecta a los otros.

Señales de atención

• Balanceo o desplazamiento excesivo del vehículo al girar o al cambiar de carril.
• Rebotes, sacudidas o vibraciones inusuales, especialmente al pasar por baches o irregularidades de la carretera.
• Aumento en la distancia de frenado.
• Desgaste irregular de los neumáticos.
• Daños, fugas o corrosión.

Cuando se detectan problemas con los amortiguadores es importante abordarlos enseguida. Dependiendo del grado de desgaste o daño, las opciones de reparación pueden incluir desde un simple ajuste o recarga de líquido hasta su reemplazo completo. Tras el reemplazo, el vehículo debe ser alineado.
Consulta con técnicos especializados para evaluar correctamente la situación. Recuerda que la seguridad en la carretera comienza con un mantenimiento adecuado de tu vehículo.

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